Evaluando la Nueva Ley de Arabia Saudí sobre Trabajadores Domésticos

Arabia Saudí enfrenta complejidades en el trabajo doméstico informal, un sector marcado por vulnerabilidades y abusos. A pesar de algunos esfuerzos hacia la regulación, la cuestión de los trabajadores domésticos en el reino sigue siendo una preocupación apremiante. Aunque la Decisión No. 310/1434 de 2013 extendió ciertas protecciones a esta fuerza laboral marginada, persistieron importantes lagunas, dejando a los trabajadores expuestos a la explotación. Bajo el marco anterior, los trabajadores domésticos, incluyendo al personal del hogar de ambos géneros, enfrentaban largas jornadas laborales sin compensación por horas extras. Los informes de confiscación de pasaportes, confinamiento forzado junto con abuso físico, mental y sexual subrayaron la necesidad urgente de una reforma integral. La revelación preocupante de trabajadores domésticos siendo ‘vendidos’ en línea solo reforzó la urgencia de la situación.

Joy Simiyu, una trabajadora doméstica keniana de 25 años, decidió buscar empleo en Arabia Saudí. Con el desempleo en aumento en Kenia, Joy tenía la esperanza de poder mantenerse económicamente como trabajadora doméstica en el Golfo. En cambio, Joy soportó abusos y explotación, lo que la obligó a regresar a casa después de unos meses. Durante su tiempo en Arabia Saudí, Joy contó cómo fue privada de comida y descanso, y no se le pagaron sus salarios. Ahora, advierte a otros sobre las realidades de trabajar en Arabia Saudí y se considera afortunada de haber podido regresar a casa.

Los informes de abuso y explotación, ejemplificados por la experiencia de Joy, destacan la urgencia de una reforma integral. Aunque Arabia Saudí introdujo una nueva ley en octubre de 2023, que entrará en vigor en septiembre de 2024, su efectividad depende de la implementación y el cumplimiento. Las regulaciones anteriores a menudo quedaron sin aplicar, lo que las hizo ineficaces. La nueva ley debe ir acompañada de mecanismos de monitoreo robustos y vías accesibles para quejas para garantizar el cumplimiento.

Aunque esta legislación representa un paso adelante, al prohibir explícitamente la confiscación de pasaportes, establecer horas máximas de trabajo e introducir regulaciones de seguridad y salud ocupacional, no tuvo un impacto real en la vida de los trabajadores informales. La efectividad de estas medidas depende de su implementación. La nueva ley debe ir acompañada de mecanismos de monitoreo robustos y vías accesibles para quejas para garantizar el cumplimiento. Sin estas salvaguardias, los beneficios potenciales de la legislación pueden seguir siendo esquivos.

Es crucial que la nueva ley no aborde el tema del salario mínimo para los trabajadores domésticos, destacando una omisión en las protecciones laborales. Además, la persistencia del sistema de Kafala perpetúa una dinámica de poder desigual entre empleadores y trabajadores, impidiendo un progreso significativo hacia un trato justo. Para realmente elevar a los trabajadores domésticos, se les deben otorgar los mismos derechos y protecciones que a cualquier otro sector. La integración en el marco de la ley laboral más amplia es imperativa, asegurando un trato equitativo y recursos para las quejas. Las reformas al sistema de Kafala son igualmente vitales, desmantelando barreras a la autonomía y empoderando a los trabajadores para que hagan valer sus derechos.

La nueva legislación representa un paso significativo hacia la protección de los derechos de los trabajadores domésticos, pero persisten desafíos. El cambio significativo requiere no solo la promulgación de leyes, sino un compromiso con su cumplimiento y el desmantelamiento de barreras sistémicas. Solo a través de esfuerzos concertados, Arabia Saudí podrá realizar su visión de una sociedad justa e inclusiva para todos sus habitantes.