Husain Ahmed Ali, empleado bahreiní de 26 años en aquel momento, fue detenido sin orden judicial en 2017, torturado y encarcelado tras un juicio injusto. Actualmente cumple condena en la prisión de Jau.
El 13 de marzo de 2017, a las 2 de la madrugada, la casa del padre de Husain fue invadida por un grupo de agentes de policía enmascarados y vestidos de paisano de los agentes de Seguridad del Estado e Investigaciones Criminales. Tumbaron la puerta sin presentar una orden de registro o detención, confiscaron objetos personales y detuvieron a Husain y a su hermano Abdulla. Sus otros dos hermanos fueron detenidos posteriormente de forma similar. Husain ya había sido detenido una vez, el 4 de enero de 2014, cuando fue acusado de poseer un cóctel molotov y condenado a 3 meses de prisión. Sin embargo, no estaba en busca y captura y no recibió ninguna citación judicial.
Husain y cada uno de sus hermanos llamaron a sus familias por separado a las 7 de la mañana del mismo día, informándoles de que estaban bien, que se encontraban en la Dirección de Investigación Criminal y que se pondrían en contacto con ellos si ocurría algo. El 14 de marzo de 2017, a las 19:00 horas, la casa fue nuevamente allanada sin que los agentes presentaran ninguna orden de registro, y se confiscaron algunos objetos personales y teléfonos móviles.
El viernes 24 de marzo de 2017, once días después de su detención, Husain fue llevado a la Fiscalía a la 1 de la madrugada sin abogado, y se prolongó su detención. El 26 de marzo de 2017, el Ministerio del Interior anunció la detención de una célula terrorista de 14 personas, entre ellas Husain, y publicaron su fotografía y confesión en la televisión estatal. Husain fue interrogado durante 25 días en total antes de ser trasladado finalmente al Centro de Detención del Dique Seco. Sólo se le permitió ver a sus padres 37 días después de su detención, y ellos pudieron ver los moretones resultantes de las palizas, la tortura y los malos tratos a los que fue sometido en el DIC durante el interrogatorio. Husain fue acusado de planear el asesinato de personalidades importantes y atentar contra varios objetivos vitales del país, de estar implicado en el atentado con explosivos contra un autobús de la policía el 26 de febrero de 2017 y de recibir preparación militar a manos de la Guardia Revolucionaria en Irán. No se le permitió reunirse con su abogado ni prepararse adecuadamente para el juicio. Husain fue condenado a 25 años de prisión el 18 de abril de 2018. Tanto el Tribunal de Apelación como el Tribunal de Casación confirmaron su condena.
En agosto de 2022, Husain fue recluido en régimen de incomunicación junto con otros 13 presos. Fueron sometidos a un castigo colectivo por el que no podían llamar a sus familias, y una visita familiar programada para septiembre fue cancelada por motivos desconocidos. Husain ha podido llamar a su familia recientemente, pero no puede hablar libremente durante estas llamadas porque está fuertemente vigilado.
La detención sin orden judicial, la tortura y el juicio injusto de Husain constituyen una violación directa del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y de la Convención contra la Tortura, de los que Bahréin es signatario. Por ello, la ADHRB exige que Husain sea puesto en libertad de inmediato y sin condiciones y que se investiguen imparcialmente sus denuncias de tortura para que los autores asuman sus responsabilidades.