30 de Junio de 2021 – 16 grupos de derechos humanos, incluido Amnistía Internacional, Scholars at Risk y Bahrain Institute for Rights and Democracy han emitido una declaración pidiendo la liberación del académico, bloguero y defensor de derechos humanos bahréini Dr. Abduljalil AlSingace, que lleva en huelga de hambre desde el 8 de julio de 2021 para protestar por los malos tratos y exigir la devolución de un libro que escribió en prisión y que fue confiscado por las autoridades penitenciarias.
La carta afirma que la confiscación del libro del Dr. AlSingace, al que dedicó al menos cuatro años de investigación, «es un castigo injusto» y añade que «las autoridades deben garantizar la protección de sus derechos, incluida la devolución de su propiedad intelectual». Los firmantes continúan pidiendo «la liberación inmediata e incondicional del Dr. AlSingace y la entrega inmediata de su obra a su familia». El libro del Dr. ASingace, un estudio sobre los dialectos árabes bahreiníes, no tiene contenido político, pero las autoridades se han negado a devolverlo, a pesar de las promesas.
La carta también pone de manifiesto que el Defensor del Pueblo del Ministerio del Interior de Bahréin (el Defensor del Pueblo) no investigó adecuadamente la incautación de la investigación del Dr. AlSingace ni los malos tratos cometidos contra él. Señalaron que el Defensor del Pueblo «eximió a los funcionarios de prisiones de cualquier infracción» sin entrevistar al Dr. AlSingace y lo acusó de «contrabandear» su propio trabajo. El Defensor del Pueblo y otros organismos de supervisión de los derechos humanos de Bahréin, que reciben formación financiada por el gobierno del Reino Unido, han sido ampliamente condenados por su incapacidad de exigir responsabilidades a los autores, incluso por las Naciones Unidas.
Dr. AlSingace cumple cadena perpetua en la tristemente conocida prisión de Jau por su papel en el levantamiento prodemocrático de Bahréin durante la Primavera Árabe de 2011. Es un ex profesor del departamento de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Bahréin, con un doctorado en el Instituto de Ciencia y Tecnología de la Universidad de Manchester, ahora Universidad de Manchester. En 2007, fue becario de Draper Hills en el Centro para el Desarrollo de la Democracia y el Estado de Derecho de la Universidad de Stanford.
Dr. AlSingace padece varias enfermedades crónicas, entre ellas el síndrome postpolio y una afección musculoesquelética, que requiere el uso de muletas o silla de ruedas, lo que hace que su huelga de hambre sea especialmente perjudicial para su salud. Desde que comenzó su huelga de hambre, ha perdido al menos 10 kg y ha sido trasladado a un hospital externo para su control. Durante su estancia en prisión, se ha quejado en repetidas ocasiones de negligencia médica por parte de las autoridades penitenciarias, una forma habitual de castigo contra los presos políticos en Bahréin.
Tras su detención, el Dr. AlSingace fue sometido a brutales torturas, como ser golpeado repetidamente, «molestado sexualmente», «obligado a lamer los zapatos» de los guardias de la prisión y amenazado con violar a su esposa e hija, entre otras violaciones, según la Comisión Independiente de Investigación de Bahréin. La comunidad internacional ha pedido en repetidas ocasiones su liberación, incluidos los relatores especiales de Naciones Unidas sobre defensores de los derechos humanos, Human Rights Watch, Amnistía Internacional, el Instituto de Derechos y Democracia de Bahréin y legisladores estadounidenses, británicos y europeos.
Husain Abdulla, Director Ejecutivo de Americans for Democracy and Human Rights in Bahrain (ADHRB), comentó: «Los aliados de Bahréin en Estados Unidos y Reino Unido siguen guardando silencio ante el encarcelamiento ilegal del Dr. AlSingace y los numerosos abusos a los que ha sido sometido. Este flagrante doble estándar pone de manifiesto la superficialidad de su supuesto compromiso con los derechos humanos.»
Sayed Ahmed Alwadaei, Director del Bahrain Institute for Rights and Democracy (BIRD), comentó: «La confiscación de la investigación del Dr. AlSingace es otro intento cínico de humillar a un valiente líder que se niega a acobardarse ante los abusos. Ya ha pasado una década en prisión por su resistencia pacífica a la dictadura de Bahréin y es hora de que las autoridades bahreiníes pongan fin a esta mezquina persecución, devuelvan el libro del Dr. AlSingace y ordenen su liberación inmediata e incondicional».
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