Sayed Falah Mohsen Fadhul, estudiante de secundaria de Bahréin, tenía sólo 15 años cuando las autoridades lo detuvieron en el apartamento de su familia el 16 de enero de 2020. Acusado infundadamente de unirse a una organización terrorista afiliada a la Guardia Revolucionaria iraní y de luchar por vengar el asesinato de Qassim Suleimani, Sayed Falah fue condenado junto con 17 acusados en lo que se conoce como el caso de la Célula Suleimani. Sayed Falah permanece en el Centro de Detención del Dique Seco a la espera de ser trasladado a la Nueva Prisión del Dique Seco, donde cumplirá su condena.
A las 3:00 de la madrugada del 16 de enero de 2020, la familia de Sayed Falah se despertó por unos violentos golpes en la puerta de su apartamento. Su padre abrió la puerta a un grupo de agentes armados del Ministerio del Interior, oficiales civiles, comandos y fuerzas militares que afirmaron tener una orden del fiscal para registrar el apartamento, pero no mostraron ninguna prueba de ello. Entraron en la habitación de Sayed Falah y, una vez confirmada su identidad, lo esposaron sin indicar el motivo de la detención, se incautaron de su teléfono y de su documento de identidad, y lo metieron en un Land Cruiser blanco que estaba aparcado fuera, entre los 16 coches de las fuerzas de detención. Sentado junto a él en el coche había un agente fumando un cigarrillo que le dijo a Sayed Falah que iba a torturarlo. El agente soplaba humo en la cara de Sayed Falah, y cada vez que el chico de 15 años intentaba apartar la cabeza del humo, el agente golpeaba la cara de Sayed Falah contra la ventanilla del coche. Los agentes condujeron durante un rato, pero Sayed Falah no podía saber dónde estaban porque tenía los ojos vendados.
Esa misma mañana, a las 6:00, Sayed Falah llamó a sus padres y les informó de que estaba detenido en el Departamento de Investigación Criminal (CID). Pasó 27 días en el CID, donde fue interrogado sin su abogado. Pudo llamar a su familia durante ese periodo, pero los interrogadores le obligaron a decirles que estaba bien y que volvería a casa al día siguiente, dejando a sus padres con la incertidumbre sobre la suerte de su hijo. Durante su estancia en el CID, los agentes de investigación y sus afiliados golpearon, insultaron y dijeron a Sayed Falah comentarios obscenos, con el fin de sacarle confesiones falsas. Además, durante su estancia, Sayed Falah fue discriminado por sus opiniones y puntos de vista políticos. Tras pasar casi un mes en el CID, Sayed Falah fue llevado a la Fiscalía, y luego fue trasladado al Centro de Detención del Dique. Sólo entonces sus padres pudieron reunirse con él, cosa que hicieron sólo una vez antes de que se suspendieran las visitas a causa de la pandemia de COVID-19.
Sayed Falah fue acusado de unirse a un grupo con el fin de perturbar la ley o violar los derechos y las libertades. El 31 de enero de 2021, Sayed Falah fue declarado culpable del cargo que se le imputaba y fue condenado a 5 años de prisión. Durante el juicio, no pudo presentar pruebas ni impugnar las presentadas contra él, que consistían en confesiones falsas extraídas de los otros acusados bajo tortura y coacción, ya que el propio Sayed Falah no confesó. Aunque la abogada de Sayed Falah fue nombrada en cuanto fue detenido, no se le permitió reunirse con él ni estar con él en las sesiones de investigación, sólo se le permitió asistir a las sesiones del tribunal y a las audiencias, e incluso entonces no pudo hablar con su cliente. Sayed Falah permanece actualmente en el Centro de Detención del Dique Seco y, tras ser aplazada cuatro veces, su sesión de apelación está prevista para el 26 de abril de 2021.
Las autoridades bahreiníes detuvieron a Sayed Falah, menor de edad, sin presentar una orden de detención, lo maltrataron, lo discriminaron y lo privaron del acceso a su abogado, a un juicio justo y a sus derechos procesales. Todas estas acciones constituyen violaciones de las obligaciones de Bahréin en virtud de la Constitución de este país y del derecho internacional, concretamente la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (CAT) y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR). Dado que fue detenido sin orden judicial y no se le concedió un juicio justo según las normas internacionales, Sayed Falah fue detenido arbitrariamente por las autoridades bahreiníes. Por tanto, ADHRB pide a Bahréin que conceda a Sayed Falah un nuevo juicio justo que respete las normas judiciales y probatorias internacionales y tenga en cuenta su corta edad y su condición legal de menor, además de investigar las denuncias de tortura para forzar una confesión con vistas a responsabilizar a los autores.