El 10 de marzo, ADHRB realizó una intervención oral en la sesión 46 del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas durante el debate interactivo del punto 3.
Señora Presidenta,
Nos gustaría llamar la atención del Consejo sobre la constante represión a la que se enfrentan las organizaciones de la sociedad civil y los defensores de los derechos humanos en Bahréin, especialmente bajo la dirección del recién nombrado primer ministro y príncipe heredero Salman bin Hamad Al-Khalifa.
El derecho a la libertad de expresión, de reunión y de asociación está sometido a amplias restricciones. Muchas de esas restricciones también afectan al espacio de la sociedad civil y, por tanto, socavan la actividad de las OSC.
La corrupción y el nepotismo son otro problema grave en el país, donde el actual primer ministro y la tribu Al-Khalifa controlan la economía y, por tanto, la riqueza del país, lo que hace que la mayoría de la población viva en malas condiciones económicas.
Muchos líderes de las organizaciones de la sociedad civil están privados de libertad y pasan por la cadena perpetua acusados de libertad de expresión y de palabra, como el Dr. Abduljalil Alsingace, Abdulhadi Alkhawaja y Naji Fatil. Además, líderes de la oposición política del país también han sido detenidos y condenados a cadena perpetua por su papel en el movimiento prodemocrático y por pedir el derecho de autodeterminación para el pueblo de Bahréin. Como el líder de la oposición política en Bahréin, Hasan Mushima, y su colíder, Abdulwahab Husain.
Además, nos preocupa la falta de cooperación entre el Gobierno de Bahréin y los diferentes mecanismos de las Naciones Unidas, a pesar de los constantes informes de comunicación conjunta del titular de varios mandatos especiales. Bahréin, como miembro del Consejo, debe rendir cuentas por su falta de comunicación con los mecanismos del Consejo.
Gracias
