AbdulNabi AbdulHasan Khalil, de 48 años, también conocido como AbdulNabi Al-Sammak, era un guardia de seguridad en el Ministerio de Educación en Bahrein cuando fue arbitrariamente arrestado por las autoridades bahreiníes el 3 de septiembre 2020 por recitar el Ziyarat Ashura durante los 10 primeros días del Muharram. Fue condenado a un año de prisión con los cargos de insultar públicamente símbolos y personas que son sujetos de glorificación entre los creyentes de la fe islámica. Actualmente esta detenido en la prisión de Jau.
AbdulNabi fue convocado para ser investigado tres veces por recitar el Ziyarat Ashura, una oración chiíta que se usa ampliamente y se encuentra en libros registrados oficialmente en Bahrein, los estados del Golfo y otros países musulmanes, durante los primeros diez días del Muharram, el cuál es el periodo de Ashura, la conmemoración del martirio del Iman Husain. Su abogado tuvo prohibido atender a los interrogatorios. El 3 de Septiembre de 2020, tras haber sido interrogado en la comisaría de Al-Naeem, las autoridades arrestaron a AbdulNabi sin presentar ninguna orden contra él. Las autoridades justificaron su arresto acusándole de haber insultado y maldecido a los Compañeros del Profeta mientras recitaba el Ziyarat Ashura en Matam AlSamakeen en Manama durante el periodo de Ashura, aunque las instituciones religiosas legítimas confirman que los cuatro individuos mencionados en la oración no representan a ninguno de los Compañeros del Profeta. En el mismo día, pudo ver a su familia después del arresto. Sin embargo, no ha podido verlos desde entonces. Tres días después de su detención en la comisaría Al-Naeem, fue llevado a la comisaría Al-Hoora, donde fue interrogado durante cuatro días, antes de ser transferido al Centro de Detención Dry Dock.
AbdulNabi no fue llevado inmediatamente ante un juez y no tuvo el tiempo ni las instalaciones apropiadas para preparar el juicio. Además, se le negó el acceso a un abogado por un periodo largo de tiempo. Después AbdulNabi fue condenado por insultar públicamente símbolos y personas que son sujeto de glorificación entre las personas que procesan la fe islámica, a pesar de que presentó un documento religioso de instituciones religiosas oficiales que confirmaban que la oración no insulta ni maldice a ninguno de los Compañeros del Profeta y demostrar que la oración provenía de un libro con licencias oficiales. También explicó a la corte el significado de las frases las cuáles eran motivo de su arresto, pero el juez y el tribunal rechazaron las evidencia y las explicaciones. El 25 de Octubre de 2020, fue sentenciado a un año de prisión. AbdulNabi apeló su sentencia y la fecha de revisión de la apelación fue programada para el 9 de febrero de 2021.
Mientras fue detenido, AbdulNabi fue sujeto a tratamiento discriminatorio dada su pertenencia a la secta chiíta, y le quitaron el salario. Como resultado, presentó un escrito de denuncia ante el tribunal sobre la suspensión de su salario y el efecto que tenía en su familia. El 24 de Diciembre de 2020, AbdulNabi llamó a su familia por primera vez después de no haber estado en contacto con ellos durante cuatro días. La razón de su desconexión fue un castigo colectivo porque uno de los compañeros de AbdulNabi llamó a la puerta de la habitación para llamar al policía. Como resultado, a todos los internos se les impidió salir de la habitación durante cuatro días, por lo que se les prohibió salir para llamar a sus familiares. Recientemente, el 2 de enero de 2021, AbdulNabi fue transferido a la prisión de Jau.
El interrogatorio y arresto de AbdulNabi por practicar sus rituales religiosos, la negación de acceso a un abogado, el juicio injusto, la suspensión de salario, el tratamiento discriminatorio basado en su secta religiosa, y la detención en condiciones inhumanas viola tanto la Constitución Bahreiní como las obligaciones internacionales de las cuales Bahrein es parte, como la Convención Contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes (CCT) , la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial (CEDR), el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos (PIDCYP) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC). Dado que la condena dependió de la mala interpretación de la oración que recitó a pesar de que en el tribunal se presentó una interpretación clara y legítima que impugnaba los cargos, podemos concluir que AbdulNabi está detenido arbitrariamente por las autoridades bahreiníes sobre la base de su libertad de religión.
En consecuencia, Americans for Democracy & Human Rights in Bahrain (ADHRB) pide a Bahrein que respete sus obligaciones en materia de derechos humanos investigando la acusación sobre la denegación de acceso de AbdulNabi a su abogado, la discriminación sectaria que enfrentó AbdulNabi y el uso inhumano del castigo colectivo en la cárcel. La ADHRB también insta a las autoridades de Bahrein a que tomen una decisión justa con respecto a la apelación de AbdulNabi, retiren los cargos en su contra y celebren un nuevo juicio justo si se pueden fundamentar los cargos, además de poner fin al trato discriminatorio contra las personas que pertenecen a la secta chiita.