Diez años después del inicio de los movimientos prodemocráticos en la región del Golfo, el equipo de Italia de Americans for Democracy and Human Rights in Bahrain organizó un evento el 17 de febrero para conmemorar las demostraciones que tuvieron lugar en Manama y debatir sobre la actual situación de los derechos humanos en el Golfo.
El webinar comenzó con el testimonio de Najah Youssef, una activista bahreiní que describió la violencia y las represalias que ella y su familia sufrieron por su participación en las protestas prodemocráticas de 2011. Durante la conferencia, hubo cuatro ponentes: Francesca Pisanu, advocacy assistant en ADHRB, Riccardo Noury de Amnistía Italia, Francesco Vignarca de ‘Rete Italiana Pace e Disarmo’ y el profesor Francesco Cherubini de la Universidad LUISS Guido Carli.
El evento organizado por ADHRB fue único, especialmente en un país como Italia, donde los medios de comunicación han prestado más atención a los eventos ocurridos en Egipto, Túnez y Libia que los ocurridos en Bahrein. Tal negligencia puede ser, como algunos de los ponentes explicó, por el hecho de que no hubo una participación directa en los levantamientos de los países occidentales. Sin embargo, todos los panelistas señalaron que las peticiones hechas por defensores de los derechos humanos y de la democracia merecían una especial atención, considerando que desde el «Levantamiento del día de San Valentín», Bahrein se ha vuelto un estado policial, donde todas las formas de disidencia son reprimidas y los derechos humanos son violados por el gobierno.
Los ponentes resaltaron la naturaleza pacifista de las protestas en Bahrein, caracterizada por las fuertes demandas en derechos humanos y civiles, y el papel central de las mujeres en iniciar el cambio. Debería ser recordado, como sugirió Riccardo Noury, la brutalidad con la que la disidencia fue reprimida por el régimen Al-Khalifa, ayudándose de las fuerzas militares de sus aliados Arabia Saudita y de Emiratos Árabes Unidos.
Además, los panelistas señalaron que algunos de los países occidentales, incluido Italia, contribuyeron al blanqueamiento de las represiones prestándose a iniciativas de publicidad como la » Cátedra Rey Hamad para la convivencia religiosa» en la Universidad de Roma La Sapienza.
Sin embargo, el apoyo de Italia a los regímenes no democráticos es evidente por las relaciones comerciales con esta región: el país exporta armamento al Golfo en cifras muy altas. En 2015, el valor de las exportaciones a Kuwait fue casi de 8 billones, a Qatar 6.5 billones, a Arabia Saudita 855 millones y a Bahrain 65 millones. A pesar de la recientemente implementada decision del parlamento Italiano de suspender la venta de armas a Arabia Saudita y Emiratos Árabes Unidos, la exportación a otros países en la región continúan. El Vice Presidente del Parlamento Europeo Castalo y el Eurodiputado Pignedoli también señalaron que, si bien se rigen criterios claros para la venta de armas a terceros países, incluido el respeto a los derechos humanos, no existen herramientas sancionadoras para aquellos países que violen estos criterios
Otro problema relacionado con la situación de los derechos humanos en la región es que los gobiernos se han adherido a solo unos pocos tratados internacionales, como el profesor asociado Francesco Cherubini señaló. Además, incluso en esas instancias en las que los países se adhieren, los gobiernos se niegan a aceptar las clausulas opcionales de esos convenios que permiten al Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidos tener la autoridad para llevar a cabo investigaciones y evaluaciones, haciendo de las convenciones menos efectivas.
A pesar de estas limitaciones, los ponentes enfatizaron la importancia que el activismo juega en la promoción de los derechos humanos y la paz en la región y ADHRB aprovechó la oportunidad para pedir la liberación del líder político de la oposición de Bahrein, Hasan Mushaima, quien fue arrestado y condenado a cadena perpetua por su disidencia política.