Mohamed AbdulNabi Abdulla, tambien conocido como Mohamed Al-Khoor, era un estudiante de derecho de 18 años en la Universidad de Bahrein, además de trabajar como autobusero, cuando fue arbitrariamente detenido por las autoridades Bahreiníes el 29 de Agosto de 2014. Durante esta detención, fue sujeto de varias violaciones de derechos humanos. Actualmente se encuentra en el Centro de Detención de Dry Dock.
A las 2 a.m. el 29 de Agosto de 2014, policías y oficiales vestidos de civiles entraron en la casa de un amigo de Mohamed donde se encontraba Mohamed en ese momento sin presentar ninguna orden de búsqueda o arresto. Mohamed fue arrestado y llevado a la Dirección Investigación Criminal, donde fue interrogado durante 15 días. La razón para su arresto, de acuerdo con las autoridades, fue por su participación en las protestas ocurridas en el lugar donde vive como los ataques terroristas que tuvieron lugar en Karana.
Durante los primeros 13 días en la DIC, Mohamed fue sujeto a desaparición forzada, dado que sus padres no sabían del paradero de su hijo, y su abogado fue incapaz de atender a los interrogatorios en este periodo, dado que le fue prohibido saber su localización y los cargos que se presentaban contra el. Tres días después de su arresto, Mohamed fue llevado a la a la escena de la explosión de Karana, a la costa de Karana, donde fue filmado representando el papel del que se le acusaba.
Durante el periodo de interrogación, Mohamed fue física y mentalmente torturado por los oficiales de la DIC. Fue insultado, forzado a estar de pie durante largos periodos de tiempo hasta desfallecer, privado de agua y comida durante tres días consecutivos, golpeado, pisoteado en la cabeza y el cuerpo, arrastrado por el suelo, le fue prohibido usar el cuarto de baño y cambiarse de ropa durante 15 días. También se le prohibió ver a nadie durante ese periodo y su autobús fue confiscado durante 7 meses. Quince días después de su arresto, fue transferido al Centro de Detención Dry Dock.
Mohamed fue también torturado en el Centro de Detención del Dry Dock para hacerle confesar. Fue golpeado y puesto en confinamiento solitario. Cinco días después de su transferencia al Centro de Detención Dry Dock, pudo ver a sus padres por primera vez desde su arresto y se dieron cuenta de sus señales de fatiga y agotamiento por el confinamiento en solitario. Después de su visita, a Mohamed se le prohibió volver a su familia durante dos años y medio. Por el tratamiento y la tortura sufrida, ha sido forzado a dar falsas confesiones, y también sufrió de complicaciones en su salud como resultado de la tortura. Mohamed sufrió de deshidratación y falta de vitaminas y fue llevado al Hospital Qalaa 3 veces para transfusiones equivalentes a 32 bolsas de sangre debido a la anemia que sufre, a pesar de que no sufría de ninguna enfermedad ni debilidad previa a su arresto.
Como resultado al tratamiento que enfrenta, Mohamed rellenó dos quejas el 29 de Octubre en 2015 y el 26 de Febrero 2016, que no han producido ningún resultado. Además, su familia ha enviado una carta al embajador de Bahrein en Reino Unido el 9 de Febrero de 2016, expresando preocupación sobre su juicio y el maltrato que Mohamed recibió durante su arresto, interrogatorio y detención.
Mohamed no tuvo el tiempo adecuado ni las instalaciones para preparar el juicio, le fue negado el acceso a un abogado, y a el, junto con otros acusados en el mismo caso, se les negó acudir a una de las sesiones del tribunal, lo que supuso que no pudiera defenderse. También su falsa confesión fue usada en contra suya en el juicio a pesar de la insuficiente evidencia presentada contra el. Consecuentemente, Mohamed fue convicto por: 1) unirse a una célula terrorista que llevó a cabo los atentados en la región de Kara, 2) Participación deliberada y premeditada en la muerte de un policía, 3) bombardear con intento de llevar a cabo objetivos terroristas, 4) uso intencionado de petardos, 5) posesión, junto con otros, sin autorización de dos dispositivos explosivos con intento de usarlos con objetivos terroristas, 6) Participación en una asamblea en espacio público con el objetivo de cometer crímenes y disrumpir en la seguridad pública, 7) y posesión y fabricación de latas inflamables. El 1 de Febrero de 2018, fue sentenciado a cadena perpetua, además se le revocó la nacionalización. Sin embargo, su nacionalidad ha sido reinstaurada mediante un indulto real. El 28 de Febrero de 2018, Mohamed fue sentenciado a una multa de 50 dinares Bahreiníes por insultar a un funcionario mientras estaba en el Centro de Detención Dry Dock.
Desde el día de su arresto, Mohamed fue sujeto a discriminación dada la práctica religiosa Jaafari Chiíta y su opinión política. Se le impidió realizar las oraciones de congregación, y se le prohibió practicar otros rituales religiosos y de leer libros de la secta Jaafari.
Desde Julio 2020 la salud de Mohamed ha comenzado a deteriorarse y ha empezado a sufrir de dolores en las articulaciones y los oídos, y como resultado, no ha sido capaz de hacer ningún trabajo que requiera un esfuerzo específico. El ha pedido constantemente a la administración de la prisión y al comité de salud de la prisión que le lleven a un doctor especializado, pero a pesar de todo, no ha recibido el tratamiento, no fue transferido al hospital, ni llevado a un doctor especializado. La administración de la prisión solo recurrió a recetarle algunos analgésicos.
El 1 de Enero de 2021, Mohamed comenzó una huelga de hambre durante 11 días dada la tardanza de la administración penitenciaria en brindarle el tratamiento médico adecuado y su negligencia en la solicitud para ser trasladado a un especialista. Durante el tiempo de la huelga, la administración de la prisión no ha tomado medidas para proveerle atención médica, y la única acción tomada fue medir de manera diaria los niveles de azúcar en sangre. El 11 de Enero de 2021, cuando Mohamed estuvo a punto de morir dado el descenso de los niveles de azúcar, alcanzando el 3% como resultado de la huelga, y después de que varios activistas compartieran ampliamente la noticia de su huelga de hambre, el director de la prisión visitó a Mohamed en la cárcel y prometió trasladarlo al Hospital de Seguridad General y presentarlo a un médico especialista; por eso, Mohamed decidió poner fin a la huelga. Doce días después del fin de la huelga, Mohamed fue transferido al Hospital de Qala’a, donde se le llevó a un ortopedista. Sin embargo, el doctor no pidió un escáner de rayos X que determinaría las causas del dolor de articulaciones y oídos, por tanto, Mohamed se negó al tratamiento y pidió uno adecuado.
Como resultado, fue transferido al Edificio 16 en el Centro de Detención de Dry Dock, en el que fue puesto en aislamiento médico, donde la administración penitenciaria ordenó llevarlo a un especialista de oídos y nariz. El 24 de Enero, Mohamed se negó a ser diagnosticado ya que creía que no lo tratarían adecuadamente, y que esta visita no tendría más resultados que blanquear la página de administración de la prisión y las violaciones. En el mismo día, el Departamento de Aislamiento Médico del Centro de Detención Dry Dock se reunió con Mohamed y le pidió que firmara un formulario diciendo que se negaba a recibir tratamiento médico. Se negó a firmar y, con las cámaras grabando, confirmó que no rechazó el tratamiento, ya que efectivamente está sufriendo. Más bien, confirmó su demanda, que ha reiterado durante meses, de un tratamiento real bajo la supervisión de médicos especializados.
El arresto sin orden judicial de Mohamed, la confiscación de su autobús, la desaparición forzada, la denegación de acceso a su abogado, la tortura, la prohibición de reunirse con sus padres, el juicio injusto, la discriminación religiosa basada en su pertenencia a la secta chiíta y la denegación de tratamiento médico violan las leyes de Bahrein, la Constitución bahreiní, así como las obligaciones internacionales en las que Bahrein es parte, a saber, la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes (CAT), la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación Racial (CERD), la Convención Internacional Convención de Derechos Civiles y Políticos (ICCPR) y Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (ICESCR). Dado que no se presentó una orden de arresto y dado que la condena de Mohamed dependía de una confesión falsa forzada, podemos concluir que Mohamed está detenido arbitrariamente por las autoridades de Bahrein.
En consecuencia, Americans for Democracy & Human Rights in Bahrain (ADHRB) pide a Bahrein que cumpla con sus obligaciones de derechos humanos investigando todas las denuncias de tortura para garantizar la rendición de cuentas y celebrando un nuevo juicio justo para Mohamed que cumpla con las normas internacionales. ADHRB también insta a Bahrein a investigar todas las denuncias de desapariciones forzadas, las denuncias de discriminación religiosa y las denuncias de violaciones del derecho a un juicio justo. ADHRB finalmente insta a las autoridades a ofrecer la atención médica necesaria y adecuada para que Mohamed trate su salud en deterioro.