El 1 de octubre de 2020, ADHRB realizó una intervención oral en la sesión 45 del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas durante el debate telemático sobre el tema 8.
“Sr. Vicepresidente,
ADHRB desea poner en el foco de atención del Consejo las violaciones de Bahrein de la Declaración y el Programa de Acción de Viena en relación con la libertad de religión. De hecho, el VDPA destaca la obligación del Estado de garantizar el derecho a la libertad de pensamiento, conciencia, expresión y religión.
Según el VDPA y las leyes de derechos humanos, todas las personas deben poder profesar y practicar su religión. Sin embargo, el Gobierno de Bahrein discriminó a los ciudadanos chiítas, que constituyen hasta el 70% de la población de Bahrein. De hecho, las autoridades de Bahrein impiden que la mayoría de su población practique libremente su religión. Destruyeron mezquitas, lugares de culto, encarcelaron a los clérigos chiítas e impidieron la celebración de ceremonias religiosas.
La represión de la Ashura durante el Muharram es un ejemplo de la represión sistemática de la religión chiíta. Durante la conmemoración religiosa de la Ashura, el Ministerio del Interior, por orden directa del actual ministro, el jeque Rashid bin Abdulla Al-Khalifa, convocó y detuvo a varios eruditos religiosos y ciudadanos chiítas por haber practicado su fe.
Además, durante el mes de julio y agosto, el Gobierno utilizó la actual pandemia para imponer nuevas restricciones a la celebración chiíta de la Ashura. Por ejemplo, decidieron prohibir la difusión de la recitación del Corán, los sermones y los discursos a través de oradores únicamente para los Ma’tams y los Husainias, que son utilizados por los ciudadanos chiítas. Por lo tanto, utilizando la pandemia como una oportunidad para duplicar la restricción de la expresión religiosa y cultural dentro de la comunidad chiíta.
Gracias.”