Mahdi Ali Hasan Mahdi Khalaf era un taxista bahreiní de 38 años de edad cuando fue detenido en noviembre de 2015 por oficiales bahreiníes vestidos de civil. El motivo de la detención se atribuyó a su presunta participación en un grupo terrorista denominado «Brigadas Zulfiqar», al que fue condenado a cadena perpetua y a desnaturalización.
Mahdi está actualmente detenido arbitrariamente en la prisión de Jau. El 9 de junio de 2020, el Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre la Detención Arbitraria publicó una opinión para la liberación inmediata de Mahdi y otros 19 ciudadanos de Bahréin condenados el 15 de mayo de 2018 en el juicio masivo en el que participaron 138 acusados por el mismo cargo de su presunta participación en las Brigadas Zulfiqar.
El 3 de noviembre de 2015, oficiales vestidos de civil asaltaron la casa de Mahdi a las 2 AM sin previo aviso. Al mismo tiempo, la policía antidisturbios se desplegó alrededor de la casa. No se presentó ninguna orden para la entrada y registro de la casa.
Tras el arresto, Mahdi desapareció durante una semana, después de lo cual llamó a sus padres y les dijo que estaba en la Dirección de Investigación Criminal (CID), donde permaneció durante 26 días. Luego fue transferido de la CID al Centro de Detención en Dry Dock.
Durante el período de investigación, que duró aproximadamente 33 días, Mahdi fue sometido a graves formas de tortura física y psicológica por parte de funcionarios del CID en un intento de coaccionar una confesión falsa. Se le prohibió estrictamente reunirse con nadie, ni siquiera con su abogado, y no se disponía de instalaciones adecuadas ni de defensa para preparar su juicio. A pesar del deterioro de su salud, fue constantemente golpeado y torturado.
Mahdi ha estado sufriendo el síndrome de intestino irritable por más de 10 años. Anteriormente se sometió a una cirugía (colonoscópica) y tiene una prescripción permanente para la enfermedad. Además, si consume alimentos inadecuados para su salud, pasa por un dolor terrible. Debido a las terribles condiciones de la prisión, incluyendo la falta de agua, la comida inadecuada y la presión constante, la salud de Mahdi se deterioró rápidamente, y a pesar de su urgente necesidad de atención médica, se le negó cualquier visita a un médico. La familia presentó una queja ante el Defensor del Pueblo del Ministerio del Interior para que le proporcionara medicamentos.
El 15 de mayo de 2018, el Cuarto Tribunal Penal Superior de Bahrein declaró a Mahdi culpable de los cargos relacionados con el terrorismo asociados con el «caso Zulfiqar», a saber: 1) participación en una célula terrorista, 2) adiestramiento para el uso de armas de fuego y artefactos explosivos con fines terroristas, 3) ayuda e incitación al adiestramiento para el uso de armas de fuego y artefactos explosivos con fines terroristas, 4) posesión ilegal de armas de fuego, 5) posesión ilegal de explosivos y 6) comunicación con el Irán y el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria del Irán con fines terroristas. Mahdi fue condenado a cadena perpetua y se le quitó la ciudadanía. Dado que las víctimas no asistieron a sus audiencias judiciales, Mahdi no pudo presentar pruebas ni impugnar las pruebas presentadas contra él. También se le negó el acceso a su abogado. Su nacionalidad ha sido restituida el 21 de abril de 2019 tras el decreto del rey de mantener las nacionalidades de 551 detenidos cuya ciudadanía fue revocada anteriormente.
Mahdi, junto con otras víctimas, fue objeto de desapariciones forzadas, ya que fue: a) privado de libertad contra su voluntad, b) por funcionarios del gobierno que c) no revelaron su suerte y paradero. Además, todas las personas fueron sometidas a juicios injustos, ya que fueron detenidas sin orden judicial, se les impidió el acceso a un abogado, fueron declaradas culpables sobre la base de confesiones obtenidas mediante tortura y fueron condenadas en rebeldía. Por lo tanto, Bahrein no ha observado las normas relativas a un juicio justo, violación que corresponde a una privación de libertad de categoría III. Su detención es, por tanto, arbitraria, en violación del artículo 9 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos.
El uso de la tortura durante el interrogatorio de Mahdi viola tanto la legislación de Bahrein como las obligaciones de Bahrein en virtud del derecho internacional, a saber, la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos o Degradantes. La detención arbitraria y el juicio injusto de Mahdi también violan el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, al que Bahrein se adhirió en 2006.
La organización Americans for Democracy and Human Rights in Bahrain (ADHRB) pide a las autoridades de Bahrein que cumplan sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos para proteger y promover los derechos humanos. ADHRB insta al Gobierno de Bahrein a que investigue las denuncias de tortura y otras violaciones de los derechos humanos, en particular con respecto al caso de Mahdi, a fin de que los autores rindan cuentas. Pedimos a las autoridades que revelen información sobre el caso de Mahdi y sus cargos a su familia, y que procuren que el juicio sea justo.