19 organizaciones critican la complicidad del candidato
en las violaciones de los derechos humanos de la Arabia Saudita
En una carta publicada el 17 de agosto, 19 organizaciones de los Estados Unidos y Europa instan a los Estados miembros de la Organización Mundial del Comercio (OMC) a que rechacen la candidatura de Arabia Saudita para el puesto de Director General de la OMC.
El candidato en concreto es Mohammed al-Tuwaijri, un ministro de la Corte Real Saudita y miembro del consejo del controvertido fondo soberano del gobierno. Al-Tuwaijri fue a su vez Ministro de Economía de Arabia Saudita durante una de las peores campañas gubernamentales contra los defensores de los derechos humanos y los disidentes pacíficos en la historia reciente del país.
La carta completa se encuentra disponible aquí.
El Director Ejecutivo de Freedom Forward, Sunjeev Bery, declaró: «Arabia Saudita y su candidato son los peores líderes posibles para la OMC. La OMC tiene la aspiración declarada de promover la transparencia en el comercio mundial, por lo que tener a un representante de una monarquía corrupta y brutal a cargo de la OMC lograría exactamente lo contrario».
Mohamed al-Tuwaijiri fue funcionario del Gobierno saudí desde 2016, cuando tuvo lugar la brutal represión hacia los exfuncionarios del gobierno, economistas, defensores de los derechos de la mujer, defensores de los derechos humanos y disidentes pacíficos. Durante todo este tiempo, al-Tuwaijri ha permanecido en silencio y ha continuado realizando sus funciones como asesor de la corte real.
Joshua Cooper, Director Adjunto de ALQST para los Derechos Humanos declaró: «Permitir que un alto funcionario del Gobierno de Arabia Saudita asuma este cargo enviaría un claro mensaje de que la OMC está dispuesta a hacer la vista gorda ante las sistemáticas violaciones de los derechos humanos por parte de las autoridades saudíes. Deben rechazar su nominación con urgencia».
La nominación de Arabia Saudita ha sido criticada como otro intento del Gobierno saudí de mejorar su manchada reputación global buscando posiciones de poder internacionales.
La organización fundada por el periodista asesinado del Washington Post, Jamal Khashoggi, Democracia para el Mundo Árabe Ahora (DAWN), apoyó la carta a la OMC. Según la declaración de DAWN, «La OMC no tiene por qué promover a Arabia Saudita para que lidere la organización en un momento en que su historial de derechos humanos es abismal y su bombardeo indiscriminado y el embargo total del Yemen continúan sin pausa».
Al Tuwaijri es miembro del consejo del fondo soberano de Arabia Saudita, el Fondo Público de Inversiones (FIP), que según el Wall Street Journal puede ser el fondo soberano «menos transparente del mundo». El proyecto NEOM, de megaurbe del FIP, ha sido responsable del desplazamiento ilícito de 20.000 miembros de tribus locales, varios de los cuales han sido detenidos por expresar sus críticas. Abdulrahim al-Huwaiti, un crítico, fue asesinado en su casa por las autoridades saudíes en abril de 2020 para dar paso al proyecto.
Husain Abdulla, Director Ejecutivo de Americans for Human Rights and Democracy in Bahrain, declaró: «El nombramiento del Sr. Mohammad al-Tuwaijri es otro intento del gobierno saudí de utilizar la OMC para encubrir sus violaciones de los derechos humanos. La comunidad internacional debe rechazar y oponerse a esta nominación».
Mientras al-Tuwaijri actuaba como Ministro de Planificación y Economía, el Gobierno saudí llevó a cabo una brutal detención y represión de las élites empresariales y políticas del país, incluyendo la detención arbitraria y probablemente la tortura de cientos de exfuncionarios en 2017.
«El asesinato del periodista Jamal Khashoggi, del que es responsable Arabia Saudí, es sólo una pequeña parte de su conducta represiva», dijo el Director del Programa de Armas y Seguridad del Centro de Política Internacional, William D. Hartung. «Nombrar a un representante del régimen saudí como Director General de la Organización Mundial del Comercio representaría un respaldo implícito al comportamiento reprobable de ese gobierno, que va desde el encarcelamiento y la tortura de prisioneros hasta la supresión de los derechos de las mujeres y el inicio de una guerra brutal en el Yemen que ha desencadenado la peor catástrofe humanitaria del mundo».
La economía saudita se basa en normas fundamentalmente represivas que violan los derechos de las mujeres y los trabajadores extranjeros. La vida de las mujeres sauditas permanece bajo el sistema de tutela masculina . Por otro lado, el llamado sistema de kafala de Arabia Saudita exige que todo residente extranjero en el país esté bajo el patrocinio de su empleador o cónyuge, y requiere el permiso del patrocinador incluso para salir del país. En el informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos sobre las prácticas de derechos humanos en Arabia Saudita correspondiente a 2019 se afirma que «las personas que están bajo patrocinio no pueden ejercer su derecho a retirarse de situaciones peligrosas» y a menudo son víctimas de graves violaciones de sus derechos.