El 29 de julio de 2020, dos miembros del equipo de ADHRB en Madrid tuvieron la oportunidad de participar en una entrevista con el periodista del perdiódico El Mundo, Francisco Carrión. Se trata de uno de los periódicos con mayor repercusión en España, por lo que este artículo cobra especial relevancia. En él se destaca la «estrecha relación entre ambas monarquías», tal y como lo expresó uno de los miembros de la ADHRB; al mismo tiempo que se enfatiza el silencio de España ante las cuestiones relacionadas con la vulneración sistemática de los derechos humanos en Bahrein.
En el artículo de El Mundo se puso en contexto la relación entre los monarcas de ambos países, el rey emérito Juan Carlos I y Hamad bin Isa bin Salman al Khalifa. En primer lugar, cabe mencionar las múltiples visitas de Juan Carlos I a Bahrein, destacando concretamente las acontecidas en 2011, en medio de las protestas árabes sucedidas entre 2010 y 2012, conocidas como la Primavera Árabe, un periodo de manifestaciones en favor de la democracia y que conllevaron una gran represión por parte de las autoridades bahreiníes. De dichas visitas es sabido que el rey recibió la cantidad total de 1.7 millones de euros, presuntamente obsequiados por el monarca bahreiní en concepto del reconocimiento a la posición de Juan Carlos I en la península arábiga. Todo ello fue abordado por los miembros del equipo de ADHRB durante la entrevista.
El artículo incluía, además, una entrevista con la activista Maryam al Khawaja, hija de Abdulhadi al-Khawaja un conocido preso político de Bahrein y cofundador del Centro de Derechos Humanos de Bahréin (BCHR), organización que se encuentra asociada a ADHRB. En su entrevista destacó el uso de sobornos por parte de la familia real de Bahrein como medio para influir en los cuerpos y organismos internacionales, así como en los gobiernos de diferentes países; con el fin de blanquear la imagen de la propia institución y de Bahrein en general.
En la entrevista con El Mundo, el equipo madrileño de ADHRB volvió a hacer hincapié en esta estrategia de blanqueamiento y lavado de imagen, abordando el tema de la reciente compra del Córdoba C.F., así como de otros momentos en los cuales Bahrein ha utilizado el deporte para encubrir y desviar la atención de los abusos a los derechos humanos que se producen en dicho país. Otro ejemplo de ello es el equipo de triatlón Bahrein 13, que casualmente se llama igual que un grupo de activistas y presos políticos que jugaron un rol importante en la primavera árabe de 2011. Con respecto a esto, Maryam añadió en primer lugar cómo “la riqueza que usan para comprar esa influencia pertenece a las poblaciones a las que roban y que sufren de pobreza y desempleo”; y en segundo lugar destacó como “a los países europeos les gusta posicionarse como defensores de los derechos humanos pero continúan haciendo negocios con los mismos países que cometen esas violaciones”.
El artículo continúa analizando cómo la relación entre estos dos monarcas podría ser la razón de la respuesta insatisfactoria de los gobiernos españoles a las preguntas de Joan Baldoví. Uno de los miembros de ADHRB declaró que “las réplicas fueron breves y ni siquiera contestaron a lo que se les solicitaba”. El otro miembro de ADHRB puntualizó que “No sabemos si [la relación] es la razón por la que España permanece en silencio ante los abusos”, respuesta con la que finaliza el artículo.
En la entrevista, el equipo de ADHRB también habló sobre los abusos de los derechos humanos y las actividades ilegales que las élites bahreiníes llevan a cabo en el país. Ejemplificaron esto mediante el caso del príncipe Nasser bin Hamad Al Khalifa, también conocido como el príncipe de la tortura debido a las denuncias interpuestas contra él, especialmente aquellas relacionadas con la primavera árabe y su táctica contra los atletas que participaron en este movimiento. También hablaron sobre el escándalo de corrupción de Alcoa en 2014 y de las limitaciones y restricciones impuestas al Tribunal Nacional de Auditoría (NAC), con el fin de frenar la investigación dado que había miembros de la familia real envueltos en ella.
En general, Francisco Carrion brindó a ADHRB la magnífica oportunidad de poder abordar y exponer los abusos y violaciones sistemáticas de los derechos humanos en Bahrein, así como las actividades y relaciones altamente sospechosas entre España y Bahrein. El artículo proporcionó a ADHRB una buena plataforma para poder plantear estas cuestiones y un altavoz para denunciar hechos que en el pasado han sido ignorados por el gobierno español.