Hoy, durante el 44º período de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ACNUR), se celebró una evento paralelo virtual con el título No hay futuro próspero ni paz sostenible en Bahrein sin la protección de los defensores de los derechos humanos. En el acto se pusieron de relieve los abusos constantes y sistemáticos de los defensores de los derechos humanos y los presos políticos en Bahrein.
Los cuatro panelistas eran los siguientes:
- Husain Abdullah, Director Ejecutivo de ADHRB
- Preethi Nallu, periodista y consultora de promoción en (IMS)
- Michel Forst, ex Relator Especial de la ONU sobre la situación de los defensores de los derechos humanos
- Susan Wilding, Directora de la Oficina de Ginebra, CIVICUS
Husain Abdullah comenzó su charla celebrando la liberación del activista de derechos humanos de Bahrein Nabeel Rajab. Sin embargo, Husain habló de la importancia de poner en perspectiva la liberación de Nabeel en relación con la lucha más amplia por los derechos humanos en Bahrein. Husain destacó que, aunque se trata de un paso positivo en la lucha por los derechos humanos en Bahrein, la comunidad internacional y las ONG deben mantener la presión sobre el Gobierno para que libere a todos los prisioneros políticos de Bahrein. Otro punto importante mencionado por Husain fue que el Gobierno de Bahrein ha intensificado su campaña de encubrimiento para tratar de ocultar las injusticias que siguen ocurriendo a diario. La liberación de Nabeel Rajab no es consecuencia de que el régimen de Bahrein haya decidido pasar página, sino que se debe a una campaña coordinada y coherente de promoción exterior por parte de organizaciones internacionales como el Parlamento Europeo y las ONG. Por último, Husain se hizo eco de la necesidad de rehabilitación de las víctimas de la represión y de la tortura en el reino.
Michel Forst destacó que durante su período como Relator Especial sobre la situación de los defensores de los derechos humanos de las Naciones Unidas luchó por que se le concediera acceso a Bahrein y que, a pesar de que se le apoyaba en su objetivo de visitar el país tanto desde el interior como desde el exterior del Reino, el Gobierno le bloqueó la entrada al país. Forst subrayó el hecho de que muchos defensores de los derechos humanos seguían encarcelados en Bahrein como presos de conciencia y recomendó que la comunidad internacional siguiera mostrando su solidaridad con los defensores de los derechos humanos, asegurando al mismo tiempo que no se aligerara la presión contra el régimen. Bahrein debe aceptar estas recomendaciones, ya que esto contribuirá a mejorar el bienestar social y económico del país. Además, Forst destacó la importancia de los acontecimientos que tienen por objeto aumentar la conciencia de la situación en Bahrein. Por último, Forst pidió a las empresas privadas que tienen vínculos comerciales con Bahrein que pidan al Gobierno que rinda cuentas cumpliendo las normas más estrictas destinadas a proteger los derechos humanos.
Preethi Nallu habló de la difícil situación de los periodistas en Bahrein, tanto a nivel local como internacional. Bahrein tiene un largo e infame historial de encarcelamiento de periodistas. Las leyes de prensa y medios de comunicación de Bahrein son intencionadamente vagas en su redacción, lo que permite al Gobierno detener y encarcelar a los periodistas acusados de terrorismo pintando cualquier cobertura crítica del régimen como una amenaza a la seguridad nacional o como una traición. Nallu destacó que las nuevas leyes cibernéticas están concebidas para ser increíblemente restrictivas y que ha habido docenas de detenidos y arrestados por ejercer su derecho a la libertad de expresión en línea. El Gobierno ha invertido fuertemente en los medios de comunicación cercanos al régimen, los cuales son utilizados por el Gobierno como una herramienta de propaganda. Además, el Gobierno ha utilizado las medidas de relaciones públicas para tratar de ocultar otras violaciones de los derechos humanos. Un ejemplo de ello es la decisión adoptada por el régimen de Bahrein de liberar a numerosos prisioneros en marzo, cuando los países de todo el mundo entraron en aislamiento debido al avance de la pandemia de COVID-19 y, por tanto, centraron sus esfuerzos en cuestiones internas. Sin embargo, los líderes de la oposición, los activistas, los periodistas y los defensores de los derechos humanos, que sufren graves problemas de salud y, por lo tanto, corren un mayor riesgo de contraer COVID-19, no se vieron afectados por esta decisión y siguen en prisión. Por lo tanto, el Gobierno está enviando un mensaje a los defensores políticos que se manifiestan en contra del Gobierno, en el que se les dice que no tendrán piedad de ellos. Nallu habló de la importancia de estos temas y de que deben ser puestos en conocimiento del mundo.
Susan Wilding pidió al Gobierno de Bahrein que..:
- Revisaran las leyes que restringen las libertades fundamentales;
- Permitieran a las ONG, los representantes y grupos de trabajo de la ONU y los periodistas visitar Bahrein y documentar el abuso sistemático; y
- Liberaran a todos los defensores de de los derechos humanosy a los prisioneros de conciencia.
La Sra. Wilding también se hizo eco de las observaciones de Husain Abdullah y mencionó que la actual pandemia de COVID-19 llevó al Gobierno de Bahrein a aumentar las restricciones a la libertad de expresión para evitar que se expresaran críticas sobre la estrategia nacional de lucha contra la pandemia.
A continuación, los asistentes formularon varias preguntas a los oradores sobre una amplia gama de temas relacionados con los derechos humanos y los panelistas destacaron en sus respuestas el problema sistémico al que se enfrentan los defensores de los derechos humanos en Bahrein.
