19 de marzo – El 17 de marzo de 2020, expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas (ONU) instaron a los Emiratos Árabes Unidos a realizar una investigación y a reformar las prisiones en las que las condiciones de detención equivalen a «tortura o tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes».
Se cita a los expertos de la ONU diciendo: «Los Emiratos Árabes Unidos tienen la responsabilidad de proteger los derechos de las personas privadas de libertad, asegurándose de que las condiciones de detención respeten su dignidad e integridad mental».
Las declaraciones de las Naciones Unidas se producen después de las recientes denuncias de intento de suicidio de la Sra. Maryam Suliman Al-Balushi en la prisión de Al-Wathba en Abu Dhabi.
Maryam Suliman Al-Balushi, estudiante de 21 años de edad de la Facultad de Tecnología de la ciudad de Kulba, fue acusada de «financiar el terrorismo» después de haber donado dinero a una familia siria. Mientras estaba detenida en un centro de detención secreto, Al-Balushi fue golpeada repetidamente y amenazada de violación. Además, Al-Balushi vivía bajo vigilancia constante; se colocaron cámaras en su baño específicamente para humillarla. A pesar de que su madre viajaba mucho para verla, se le negó la visita. En respuesta a las torturas, Al-Balushi inició múltiples huelgas de hambre para exigir una investigación, pero sus preocupaciones no fueron atendidas. Su condena fue forzada mediante la tortura en 2016, y desde entonces ha estado cumpliendo su sentencia.
En una comunicación oficial a las autoridades de los EAU, los expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas expresaron su profunda preocupación por las condiciones y el maltrato de la Sra. Al-Balushi y otras dos mujeres, la Sra. Amina Ahmed Saeed Al-Aladouli y la Sra. Alia Abdulnour, que sufrieron un deterioro de su salud y una atención médica inadecuada.
Según los expertos, la Sra. Al-Balushi ha sido objeto de nuevas represalias a raíz de una comunicación oficial enviada por las Naciones Unidas a las autoridades de los Emiratos Árabes Unidos, en la que se solicitaba información sobre el estado de salud física y mental actual de las tres mujeres y se preguntaba por qué la Sra. Al-Balushi no había sido puesta en libertad por motivos de salud, lo que indicaba «el carácter crítico de su estado de salud». Además, se determinó que durante su detención, la Sra. Al-Balushi había estado sometida a «condiciones inhumanas, entre ellas… el hecho de haber sido mantenida en régimen de aislamiento en múltiples ocasiones durante períodos prolongados, la última vez desde mediados de febrero».
Los expertos recordaron que el Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura y el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas han constatado sistemáticamente que las condiciones de detención pueden equivaler a un trato inhumano y degradante.
Lea el informe de la OACDH aquí