En vísperas del examen de Bahréin ante el Comité sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, Americans for Democracy & Human Rights en Bahréin presentó un informe en el que da cuenta del trato que reciben las personas con discapacidad en el país, en particular el incumplimiento por parte del gobierno de las obligaciones contraídas con los órganos de tratados.
En nuestra aportación, examinamos el impacto de la política bahreiní sobre las personas con discapacidad en las siguientes áreas:
- Reasignación de las prestaciones presupuestarias por discapacidad hacia otros gastos sociales por parte del Ministerio de Asuntos Sociales
- Insuficiente apoyo a las prestaciones por discapacidad proporcionadas por el gobierno para mantener un nivel de vida y una calidad de vida decentes para las personas discapacitadas
- Acceso limitado a una educación de calidad para los discapacitados, junto con una formación y procedimientos de selección previos a la contratación de profesores y personal escolar deficientes.
- Represión del libre funcionamiento de la sociedad civil independiente, cortando el apoyo crítico y la distribución de servicios sociales para las personas discapacitadas en Bahrein
En cada campo, hemos comprobado que las acciones del Gobierno de Bahréin no han cumplido sus promesas ni sus obligaciones.
En general, descubrimos que, a pesar de las afirmaciones de «garantizar que las personas con discapacidad obtengan plenos derechos en igualdad de condiciones con los demás, logren una integración integral y reciban la mejor atención y desarrollo», y a pesar de promulgar una serie de leyes y disposiciones legales destinadas a apoyar a las personas con discapacidad y a proporcionarles igualdad de acceso e igualdad de derechos, la aplicación de estas leyes y disposiciones por parte de los funcionarios está muy lejos de cumplir la letra de la ley. Por tanto, a pesar de las protecciones nominales, el gobierno no ha trabajado activamente para promover y proteger los derechos de las personas con discapacidad y éstas siguen teniendo más dificultades que las personas sin discapacidad para conseguir un acceso equitativo al empleo, la atención sanitaria y la vivienda.