El 12 de junio de 2019, los rebeldes Houthi de Yemen lanzaron un ataque con misiles contra un aeropuerto en Abha, Arabia Saudí, que está a unos 110 km al norte de la frontera con Yemen. Según los informes, al menos 26 civiles resultaron heridos. Se trata de un incidente más en el marco de la guerra que ya dura cuatro años entre los rebeldes Houthi, respaldados por Irán, y el gobierno yemení, respaldado por Arabia Saudí. Ha sumido a los civiles yemeníes en el peor desastre humanitario del mundo provocado por el hombre, y es representativo de una lucha de poder mayor en Oriente Medio.
El conflicto comenzó a principios de 2015, cuando los Houthis se apoderaron de la capital de Yemen, Saná, obligando a huir al presidente Abdrabbuh Mansour Hadi. Sin embargo, las raíces del conflicto se remontan a la Primavera Árabe de 2011, cuando los yemeníes se rebelaron contra el autoritario presidente Ali Abdullah Saleh, que se vio obligado a entregar el poder a Hadi, su adjunto en aquel momento. Cuando Hadi asumió el poder, se enfrentó a una avalancha de problemas sociopolíticos, como los atentados yihadistas, la férrea lealtad a Saleh dentro de las fuerzas de seguridad, el desempleo y la hambruna.
Asustados por el creciente poder de los Houthis, Arabia Saudí y otros ocho Estados de mayoría suní iniciaron campañas aéreas en apoyo del gobierno de Hadi. En los últimos cuatro años, los militantes de Al Qaeda y el Estado Islámico han aprovechado el caos para apoderarse del territorio y llevar a cabo ataques aún más mortíferos. Desde marzo de 2015, al menos 7.025 civiles han muerto y al menos 11.140 han resultado heridos. El 65% de estas muertes se deben a los ataques aéreos llevados a cabo por la coalición liderada por Arabia Saudí.
En la actualidad, 24 millones de personas, que constituyen aproximadamente el 80% de la población de Yemen, necesitan ayuda humanitaria y protección. De estas personas, una gran mayoría carece de acceso a una atención sanitaria adecuada, agua potable, alimentos y saneamiento. La guerra en Yemen se ha visto comúnmente como parte de una lucha de poder mayor entre Arabia Saudí, de gobierno suní, e Irán, de gobierno chií.
En consecuencia, Estados Unidos y muchas naciones europeas tienen ahora un interés en la guerra de Yemen, ya que siguen vendiendo armas a Arabia Saudí y sus socios. En los últimos días, los legisladores estadounidenses han comenzado a hacer esfuerzos para frenar las grandes ventas de armas a los saudíes; sin embargo, más naciones occidentales deben hacer lo mismo si quieren que los civiles yemeníes vean el fin del desastre al que se enfrentan actualmente. Desde el ataque con misiles del 12 de junio, los Houthis han lanzado ataques con drones contra más aeropuertos saudíes y los saudíes han seguido tomando represalias contra los bastiones de los Houthis.
Emily Yormak es pasante en ADHRB