9 de abril de 2021 – Los familiares de varios destacados presos políticos han sido detenidos en Bahréin por su participación en manifestaciones pacíficas en las que se pedía la liberación de presos políticos, entre ellos Mohammed AlDaqqaq y el condenado a muerte Mohammed Ramadhan, en el marco de la represión de las protestas desencadenada por un grave y continuo brote de coronavirus en la prisión de Jau, según han declarado hoy el Instituto de Bahréin para los Derechos y la Democracia (BIRD) y Americans for Democracy and Human Rights in Bahrain (ADHRB).
Jafar Ramadhan y Ramadhan Isa fueron citados para ser interrogados el 6 de abril después de protagonizar una pequeña protesta en Al Dair pidiendo la liberación de Mohammed Ramadhan. A pesar de haber sido liberados temporalmente ese mismo día, ambos hombres fueron llamados a la comisaría de Samaheej en las primeras horas del 9 de abril. Jafar acudió a la comisaría y fue detenido como sospechoso de tres casos distintos de reunión ilegal.
Jafar sostiene que dos de estos cargos están relacionados con las protestas en un pueblo vecino a las que no asistió. A pesar de ello, mañana será presentado ante la Fiscalía. Las concentraciones sin licencia de más de cinco personas son ilegales según la legislación bahreiní, lo que vulnera el artículo 22 de la Convención Internacional de Derechos Civiles y Políticos. En una aparente advertencia a los manifestantes, el 9 de abril la Fiscalía declaró que la pena máxima por concentraciones sin licencia se había elevado a 3 años de prisión y una multa de hasta 5.000 BD, a la luz de la COVID-19.
El año pasado, el más alto tribunal de Bahréin confirmó las sentencias de muerte contra Mohamed Ramadhan y su coacusado Husain Moosa, a pesar de los abrumadores indicios de que sus condenas se basaban únicamente en la confesión forzada de Husain, fruto de la tortura. Los expertos independientes del Consejo Internacional para la Rehabilitación de las Víctimas de la Tortura (IRCT) condenaron la investigación sobre las denuncias de tortura realizada por los organismos de supervisión de los derechos humanos de Bahréin, respaldados por el Reino Unido, por considerarla «críticamente defectuosa» y por contribuir directamente a la reimposición de sus condenas a muerte.
Nuevas detenciones
El 7 de abril, el fiscal ordenó también la detención de tres hermanos de Karbabad por celebrar una «sentada» en la que pedían la liberación de su hermano, el preso político Mohammed AlDaqqaq. Un familiar informó a BIRD de que Yunes AlDaqqaq (46 años) fue citado en la comisaría de policía de Exhibition, en Sanabis, donde se le pidió que llamara a sus hermanos, Yasser AlDaqqaq (35 años) y Anwar AlDaqqaq (44 años), y que les pidiera que se reunieran inmediatamente con él para ser interrogados.
Posteriormente, Yasser informó a sus familiares de que había sido presentado hoy ante el fiscal de Bahréin como sospechoso de reunión ilegal, quien ordenó su detención durante siete días más. Mohammed, que cumple una larga condena en la prisión de Jau desde 2015. Mohammed, nació con un solo riñón y padece una serie de dolencias relacionadas con la anemia falciforme, que le obligaron a someterse a una esplenectomía.
Durante su encarcelamiento, Mohammed fue supuestamente sometido a tortura y se ha quejado de negligencia médica periódica, lo que le llevó a largas hospitalizaciones en 2016 y 2018. Sus condiciones médicas le hacen correr un mayor riesgo de contraer el coronavirus, cuyo brote se ha extendido rápidamente por el edificio 21 de la prisión en las últimas semanas. Mientras que el gobierno ha confirmado oficialmente solo tres infecciones, los activistas locales informan de cifras de más de 70; BIRD ha verificado de forma independiente al menos 28 casos, con nuevas infecciones reportadas diariamente.
Antecedentes de las protestas y la respuesta del gobierno
La incapacidad de contener el brote y los intentos de las autoridades de ocultar su gravedad han desencadenado protestas en todo Bahréin, con manifestaciones registradas en al menos 28 ciudades y pueblos de todo el país el pasado fin de semana. BIRD entiende que decenas de personas han sido citadas para ser interrogadas entre el 6 y el 7 de abril en relación con las protestas, mientras que otras dos personas detenidas fueron presentadas ante la Fiscalía de Bahréin el 8 de abril. Se trata de Ali Muhanna, cuyo hijo es preso político en la prisión de Jau, y de Sayed Saeed, cuyo hijo de 15 años, Sayed Hashem, fue asesinado por la policía bahreiní durante las protestas de 2011; ambos han sido puestos en libertad provisional antes de una vista prevista para finales de mes.
Aunque la Fiscalía anunció el 8 de abril que 73 reclusos serían puestos en libertad con penas alternativas, aparentemente en respuesta a la preocupación pública por el brote en la prisión de Jau, cientos de presos políticos siguen detenidos, entre ellos viejos líderes del levantamiento prodemocrático de 2011 en Bahréin, como Hassan Mushaima y el doctor Abduljalil Al-Singace, ambos con graves problemas médicos que los hacen muy vulnerables al COVID-19.
Sayed Ahmed Alwadaei, director del Instituto de Bahréin para los Derechos y la Democracia, comentó: «Cada vez que la gente de Bahréin sale a la calle de forma pacífica para pedir la liberación de sus familiares queridos, se enfrenta al acoso judicial y a la intimidación de las autoridades. En lugar de atender las legítimas demandas de los manifestantes, han reaccionado una vez más con represión; no se debe permitir que Bahréin atropelle el derecho de sus ciudadanos a la libertad de reunión.»
Husain Abdulla, director ejecutivo de Americans for Democracy and Human Rights en Bahréin, comentó «Los aliados de Bahréin en Gran Bretaña y Estados Unidos deben dejar claro que no tolerarán la injerencia de Bahréin en el derecho de sus ciudadanos a protestar. Su continuo fracaso a la hora de frenar a su aliado no hace más que envalentonar al régimen; estos presos políticos deben ser liberados inmediata e incondicionalmente.»