Hassan Mushaima es un ciudadano Bahreiní de 70 años que esta cumpliendo cadena perpetua en la prisión de Jau por cargos políticos. Fue sentenciado por «intento de derrocar el Gobierno» debido a su papel en las protestas pacíficas prodemocráticas en 2011. Permanece en la prisión de Jau, donde ha sido sujeto a maltrato, incluyendo la continua denegación al acceso de atención médica y restricción al acceso de medicación por la administración penitenciaria.
Hassan fue el anterior Secretario General del Movimiento Haq por la Libertad y la Democracia y el cofundador y ex Vice Presidente de la Sociedad Islámica Nacional al-Wefaq, el mayor grupo de la oposición política, el cual el Gobierno disolvió en 2016. El esta actualmente detenido en el edificio 7 de la Prisión de Jau en condiciones alarmantes, donde muchas figuras políticas que participaron en las protestas también son sujetos a un maltrato similar. Todos los reclusos del edificio han sido segregados por la población general durante los dos últimos años. Desde Febrero de 2017 la prisión ha implementado nuevas políticas diseñadas para humillarlos y degradarlos, particularmente con el requisito de usar grilletes en las muñecas y tobillos para las visitas a la clínica de la prisión y recibir tratamiento medico. Un número de prisioneros políticos, incluyendo Hassan, se ha negado a ser sujetos de este abuso y los trabajadores de la prisión han rechazado rotundamente las alternativas a las cadenas por lo que les niegan completamente el acceso al tratamiento médico. En Octubre de 2017, las autoridades de la prisión han confiscado arbitrariamente todos los libros, los objetos personales y los materiales para escribir de Hassan y de otros reclusos del edificio 7 incluyendo textos religiosos.
Hassan sufre de varias condiciones médicas crónicas como cáncer, diabetes, alta presión arterial y gota. El cáncer está en remisión, pero requiere exámenes regulares cada seis meses para asegurarse de que no se reproduce. Sin embargo, las autoridades de prisión han restringido constantemente su acceso a estos exámenes cruciales. No ha sido examinado de cáncer desde Septiembre de 2016. Además no ha visto a ningún médico desde Marzo de 2017. Hassan no ha recibido su medicación para la diabetes y para la presión arterial alta de una manera consistente desde Agosto de 2017. El ha informado que ha tenido que pedir prestado a menudo a otros prisioneros medicación cuando los oficiales de la prisión se saltaban sus dosis y le daban dosis más bajas de las requeridas. Las autoridades de la prisión han fallado en proveer a Hasan con la medicación para su diabetes durante más de un mes durante Noviembre y Diciembre de 2017.
Las oficinas de los Procedimientos Especiales de Naciones Unidas del Consejo de Derechos Humanos han enviado seis comunicaciones a Bahrein sobre Hassan Mushaima entre Febrero de 2011 y Abril de 2014. No obstante, sus condiciones de detención no han mejorado.
Como respuesta a esta continua denegación de acceso a la atención médica y a la medicación, su hijo Ali Mushaima ha comenzado una huelga de hambre en la puerta de la Embajada de Bahrein en Londres el 1 de Agosto de 2018. Ali dice que permanecerá allí y continuará su huelga de hambre hasta que las autoridades Bahreiníes provean a su padre con atención médica, le permitan tener visitas de familiares sin utilizar grilletes y pueda recuperar sus libros. En Agosto de 2018, las autoridades llevaron a Hasan al Hospital de la Fuerza de Defensa de Bahrein sin grilletes, pero Ali informó que no recibió test médicos ni exámenes de detección de cáncer. A mediados de Agosto de 2018, la huelga de hambre de Ali Mushaima continuaba.
El Gobierno de Bahrein ha violado un gran número de sus obligaciones internacionales con el trato dado a Hassan Mushaima, incluido el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos y Degradantes (CCT) y el Pacto Internacional de los Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC). Bahrein es parte en todos estos tratados. La detención de Hassan en base a su actividad política es arbitraria e ilegal, en violación de los Artículos 9, 18 y 19 del PIDCP. La negación de la atención médica necesaria en violación del Artículo 12 del PIDESC, el cual provee el derecho a la salud, y la negación de este cuidado como forma de castigo se trataría de tortura en violación del CCT y el Artículo 7 del PIDCP. Además, las condiciones de detención de Hassan y otros individuos en la Prisión de Jau fallarían en no cumplor los Estándares Mínimos de Naciones Unidas declarados en las Reglas de Tratamiento de Prisioneros (Reglas Nelson Mandela).
ADHRB pide al Gobierno de Bahrein que libere a los individuos que han sido encarcelados por su trabajo político o en derechos humanos, particularmente a Hassan Mushaima. Además, pedimos a las autoridades de la prisión que den la asistencia médica necesaria sin someter a los prisioneros a medidas denigrantes o humillantes como los grilletes. Finalmente, le pedimos al Gobierno que investigue las alegaciones de tortura y maltrato en la Prisión de Jau y en otras instalaciones de detención de acuerdo con las obligaciones Bahreiníes con tratados internacionales.