16 de enero de 2018 – Ayer, el Tribunal de Casación de Bahrein rechazó el recurso de apelación del defensor de los derechos humanos Nabeel Rajab y confirmó su condena de dos años de prisión por haber discutido las restricciones a la libertad de expresión y a la prensa en varias entrevistas de televisión. Ayer también se celebró la última audiencia en un caso aparte contra Rajab en el que se le procesa por tweets y retweets. La defensa de Rajab presentó sus argumentos finales y el juicio fue aplazado hasta el 21 de febrero de 2018, cuando se espera el veredicto del tribunal. Si es declarado culpable, Rajab puede ser condenado a un máximo de 15 años adicionales de prisión. La organización Americans for Democracy & Human Rights in Bahrain (ADHRB) condena el continuo acoso judicial y los claros actos de represalia contra Nabeel Rajab por su labor en pro de los derechos humanos y sus críticas pacíficas. Hacemos un llamamiento al Gobierno de Bahrein para que lo libere de inmediato, así como a todos los demás detenidos que se encuentran en prisión por el mero hecho de ejercer su derecho a la libertad de expresión.
En julio de 2017, el Tribunal Penal Superior de Manama declaró a Rajab culpable de «publicar y difundir rumores y noticias falsas» en relación con las entrevistas televisivas que concedió en 2015 y 2016. Fue condenado a dos años de prisión. Rajab ha apelado repetidamente, pero la condena y la sentencia han sido confirmadas cada vez. La decisión del 15 de enero del Tribunal de Casación es definitiva.
En otro caso, Rajab se enfrenta a nuevos cargos por «difundir falsos rumores en tiempo de guerra», «insultar a las autoridades públicas» e «insultar a un país extranjero». Esto se relaciona con los comentarios publicados en su Twitter en los que se destacan las denuncias de tortura en las cárceles de Bahrein y se critica el papel de Bahrein en la operación militar dirigida por Arabia Saudita en el Yemen. El juicio comenzó el 12 de julio de 2016 y se ha prolongado durante 19 meses de frecuentes reprogramaciones y aplazamientos desde su detención inicial. Si Rajab es condenado en este caso el próximo mes, se enfrenta a hasta 15 años adicionales de prisión.
Durante su tiempo en prisión, Rajab ha estado expuesto a un trato duro y a condiciones de vida inhumanas. Poco después de su detención, el Gobierno de Bahrein lo puso en régimen de aislamiento. Rajab informó de que la celda en la que estaba detenido estaba sucia y llena de insectos. Como resultado de ello, la salud de Rajab sufrió un importante deterioro. Los guardias también lo sometieron a un trato degradante, que incluía afeitarle el pelo a la fuerza, asaltar arbitrariamente su celda por la noche y confiscar sus objetos personales.
A Rajab también se le ha negado una atención médica adecuada. Durante el tiempo que ha estado detenido, ha sufrido graves infecciones de la piel y cálculos biliares crónicos, entre otras dolencias. El gobierno se ha negado a proporcionarle tratamiento para sus cálculos biliares. A Rajab también se le diagnosticó un latido irregular y una importante infección de la piel debido a su confinamiento solitario en condiciones insalubres. Estas condiciones le obligaron a someterse a una cirugía de emergencia y a permanecer hospitalizado durante varios meses.
Nabeel Rajab es sólo uno de los miles de bahreiníes a los que se apunta por ejercer derechos humanos básicos como los de la libertad de expresión o de reunión. Se estima que Bahrein tiene actualmente entre 3.000 y 4.000 presos políticos, lo que le da la tasa de encarcelamiento per cápita más alta del Oriente Medio. Los repetidos aplazamientos de los juicios de Rajab también reflejan una pauta gubernamental de ampliar o interferir arbitrariamente en los procedimientos judiciales contra los activistas como otra forma de represalia.
La comunidad internacional ha expresado su preocupación por el hecho de que el gobierno haya tomado como blanco a Nabeel Rajab y a otros agentes de la sociedad civil en Bahrein. Quince organizaciones de derechos humanos han enviado cartas a los Estados Unidos, el Reino Unido, la Unión Europea y otros gobiernos pidiéndoles que apoyen a Rajab «condenando su sentencia y pidiendo su liberación inmediata e incondicional, y que se retiren todos los cargos pendientes contra él». A finales del año pasado, la ADHRB intentó entregar a la Embajada de Bahrein en Washington, DC, una petición que pedía la liberación de Rajab y que contenía más de 15.000 firmas. Los Estados Unidos, entre otros estados, han pedido la liberación de Rajab y que el Gobierno de Bahrein cumpla con sus obligaciones y compromisos internacionales de respetar los derechos humanos y las libertades fundamentales, incluida la libertad de expresión.
«El más alto tribunal de Bahrein ha confirmado un fallo claramente represivo contra Nabeel Rajab, lo que demuestra claramente el desprecio del sistema judicial por derechos básicos como la libertad de expresión», dijo Husain Abdulla, director ejecutivo de la ADHRB. «Mientras tanto, el juicio de Rajab por los tweets se ha alargado ya más de un año y medio sin ninguna resolución, ya que los tribunales siguen prolongando un caso que nunca debió haber comenzado en primer lugar». El gobierno no respeta el estado de derecho en Bahrein, por lo que esperamos que la comunidad internacional exija al reino que cumpla sus compromisos en materia de derechos humanos y que presione a las autoridades para que retiren todos los cargos contra Rajab y garanticen su liberación inmediata e incondicional de la prisión».
La ADHRB pide a Bahrein que cumpla sus obligaciones internacionales en cuanto a las normas de un juicio justo, a las normas mínimas de tratamiento de los prisioneros y a todos los mecanismos internacionales de derechos humanos. Asimismo, pedimos a la comunidad internacional que insista en la rendición de cuentas por los abusos generalizados y sistemáticos que se siguen produciendo diariamente en Bahrein. Los defensores de los derechos humanos deben tener libertad para llevar a cabo su labor, y el Rajab no es una excepción. Pedimos al gobierno que retire de forma inmediata e incondicional todos los cargos contra Nabeel Rajab y que lo libere de su detención.