31 October 2014 – El 28 de octubre de 2014, 10 bahreiníes a los que se les había revocado la ciudadanía el 7 de noviembre de 2012 fueron condenados a ser deportados y a pagar una multa de 100 dinares bahreiníes (265 dólares de los EE.UU.). Americans for Democracy & Human Rights in Bahrain (ADHRB), el Centro de Derechos Humanos de Bahrein (BCHR) y el Instituto de Bahrein para los Derechos y la Democracia (BIRD) condenan la decisión del tribunal y el continuo ataque a las personas mencionadas.
Los diez bahreiníes forman parte de un grupo de 31 a los que se les revocó la ciudadanía en 2012. 18 de las personas atacadas ya residían fuera de Bahrein. De los 13 restantes, Jalal y Jawad Fairooz estaban fuera del país cuando se anunció la revocación, lo que los obligó a exiliarse. Los 11 restantes, que residían en Bahrein, quedaron apátridas. El Gobierno de Bahrein dijo que los 31 podían presentar una apelación contra la revocación, pero no se les permitió hacerlo porque no tenían un estatuto jurídico como resultado de la revocación de su ciudadanía. Sólo después de una creciente presión internacional el Gobierno permitió que las personas mencionadas apelaran la revocación. En junio de 2013, las 10 personas restantes que residían en Bahrein fueron obligadas a entregar sus pasaportes y tarjetas de identificación al gobierno.
Uno de los 11 bahreiníes ya ha sido obligado a exiliarse por el gobierno de Bahrein. El 23 de abril de 2014, el jeque Hussain al-Najati abandonó Bahrein después de que el gobierno amenazara a su familia con daños físicos si se negaba a la autodeportación. El Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la Libertad Religiosa condenó el acoso y lo calificó de acto de discriminación por motivos religiosos». La BCHR publicó recientemente un informe detallado sobre el uso de la revocación de la ciudadanía por parte del gobierno de Bahréin para atacar a los defensores de los derechos humanos.
En julio de este año, las personas restantes fueron obligadas por la Oficina de Inmigración a firmar documentos en los que se reconocía legalmente que ya no eran ciudadanos de Bahrein, sino extranjeros que debían buscar un patrocinador para permanecer en el país o se enfrentaban a la deportación. Luego, el 10 de agosto de 2014, la Fiscalía los acusó, en virtud de los artículos 111 y 64 del Código Penal y los artículos 15, 28-1 y 29-2 de la Ley de asilo e inmigración, de «ser un extranjero en el país y violar la Ley de inmigración y residencia (Ley de extranjería)».
Las organizaciones antes mencionadas piden al Gobierno de Bahrein que:
- Detenga inmediatamente la deportación de los nueve bahreiníes, lo que constituye una violación del artículo 15 de la Declaración Universal de Derechos Humanos;
- Reincorpore inmediatamente la nacionalidad de los 31 cuya ciudadanía fue revocada en 2012, y;
- Adherirse a la Convención sobre el Estatuto de los Apátridas de 1954 y a la Convención para reducir los casos de apatridia de 1961.