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1 de julio de 2021- En un acto retransmitido por Internet, celebrado el 29 de junio, panelistas de alto nivel, entre ellos el académico Matthew Hedges, sacaron a la luz las «herramientas de represión» de los Emiratos Árabes Unidos (EAU) en un contexto económico y político global.
Con el objetivo de desvelar la verdad que se esconde tras la fachada tolerante de los Emiratos, el acto exploró cómo un sistema jurídico defectuoso y una maquinaria de relaciones públicas multimillonaria se utilizan para dar legitimidad a los abusos cometidos por el régimen de los EAU.
El acto fue patrocinado por la diputada finlandesa Alviina Alametsa, quien, en su discurso de apertura, hizo hincapié en los compromisos estatutarios de la UE en materia de derechos humanos, pero añadió que «nosotros [la UE] fallamos con demasiada frecuencia a la hora de cumplir nuestros compromisos» y que «hemos descuidado poner los derechos humanos y el Estado de Derecho en primer plano, especialmente cuando se trata de licencias de exportación de armas».
Organizado conjuntamente por una coalición de tres organizaciones de derechos humanos centradas en la región de Oriente Medio y Norte de África (ICFUAE, ECDHR y ALQST), el acto contó con la participación de cuatro expertos con años de experiencia en este campo: Brian Dooley, Hiba Zayadin, Oscar Jenz y Matthew Hedges.
El panel se centró en los sistemas legales y judiciales represivos de los EAU y en su amplia maquinaria de poder internacional. Así, los panelistas trataron de explorar los vínculos económicos, políticos y militares que el jeque ha forjado con la UE, el Reino Unido y Estados Unidos, al tiempo que ofrecieron su visión de la desesperada situación a la que se enfrentan los defensores de los derechos humanos en los EAU, tras una década de creciente represión sistemática patrocinada por el Estado.
En este contexto, Brian Dooley, asesor del Relator Especial de la ONU sobre la situación de los defensores de los derechos humanos, aportó su visión sobre las condiciones de detención en los EAU. El Sr. Dooley comenzó ofreciendo una visión general sobre la ley nº 7, la legislación antiterrorista de los EAU, que se utiliza para perseguir a los disidentes bajo el » impreciso amparo de la seguridad nacional o la lucha contra el terrorismo». Destacó que durante mucho tiempo la situación de los defensores de los derechos humanos en los EAU ha sido enormemente difícil. También presentó las prioridades de la Relatora Especial sobre DDHH, Mary Lawlor, centrándose en la cuestión de los defensores de los derechos humanos, que han sido condenados a largas penas de prisión.
La investigadora de la división de Oriente Medio y Norte de África de Human Rights Watch, Hiba Zayadin, se refirió al contexto jurídico en el que se persigue a muchos presos de conciencia, y describió cómo las disposiciones vagamente redactadas del código penal, la ciberdelincuencia y las leyes antiterroristas se han utilizado para «criminalizar la libertad de expresión» en los EAU. Además, criticó la persistente denegación de acceso de las autoridades a los investigadores independientes y a los organismos internacionales de control. Y se preguntó por qué, si los Emiratos Árabes Unidos fueran realmente un Estado moderno y tolerante, no permitirían la entrada de observadores independientes en el país.
Oscar Jenz, coordinador para los EAU e Irán de Amnistía Internacional, situó los casos mencionados en un contexto regional más amplio. El Sr. Jenz dijo que, durante la Primavera Árabe, los EAU sofocaron cualquier forma de protesta antes de que pudiera siquiera estallar y lo hicieron mediante una dura represión de todas las voces disidentes. Además, destacó los esfuerzos de cabildeo de los EAU en Estados Unidos e hizo hincapié en la reciente exportación de armas de la administración Biden a los Emiratos por valor de 23.000 millones de dólares, a pesar de que el país es «el motor del conflicto» en la región.
Matthew Hedges, académico británico de Asuntos Internacionales y Estudios de Seguridad, situó el creciente autoritarismo del gobierno en un contexto social, explicando que «la represión en EAU se debe en gran medida al cambio generacional». Al hablar de la acumulación de riqueza en las últimas décadas, añadió que «el contrato social vigente en EAU se ha reescrito a favor de un estilo de vida más rico».
Tras el panel, las preguntas del público se centraron en la mejor manera de abordar la actual crisis de derechos humanos en los EAU, así como en la forma de influir en cualquier posible cambio a mejor.
En su discurso de clausura, los moderadores pidieron al Parlamento Europeo que actúe con urgencia y agradecieron a los panelistas por ser la voz de quienes, de otro modo, podrían ser silenciados.