El 16 de diciembre de 2020, 18 grupos de derechos humanos, incluidos Americans for Democracy and Human Rights (ADHRB), el Instituto de Derechos y Democracia de Bahrein (BIRD) y Freedom House, escribieron al presidente electo de los Estados Unidos, Joseph Biden, felicitándole por su elección e instándole a «garantizar el retorno de la democracia y de los derechos humanos al centro de la política exterior estadounidense» en medio del deterioro de la situación política en Bahrein.
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La carta trata del ataque sistemático a los defensores de los derechos humanos, que solo ha empeorado desde que Bahrein prohibió todos los partidos políticos en 2017. Destaca los casos de los líderes de la oposición y de los DDH encarcelados injustamente los cuáles cumplen largas condenas en cárceles superpobladas e insalubres, donde son torturados y sufren malos tratos y donde se les «niega la atención médica adecuada para castigarles». Los signatarios destacaron la mayor vulnerabilidad de los “líderes políticos envejecidos que sufren condiciones de salud subyacentes”, como el líder de la oposición política, Sr. Hasan Mushaima, en medio del brote de coronavirus.
Los signatarios también documentan la “represión de las libertades cívicas y de prensa”, donde la legislación represiva contra el ciberdelito se utiliza para atacar a figuras de la sociedad civil. Entre junio de 2018 y mayo de 2019, al menos 21 personas fueron arrestadas, detenidas o procesadas por actividades online, lo que incluso incluye seguir a determinadas cuentas «consideradas maliciosas por el gobierno». Ha habido más casos de detenciones arbitrarias desde el comienzo de la pandemia, dada la prohibición de criticar las políticas del gobierno. Incluso en prisión, los presos políticos se enfrentan a acoso por hablar sobre las insuficientes medidas del gobierno con respecto a la pandemia en las cárceles, como en el caso del periodista Mahmoud Al-Jaziri, que fue puesto en régimen de aislamiento.
La carta llama la atención sobre el aumento del uso de la pena de muerte en Bahrein, dado que 27 personas se encuentran actualmente en el corredor de la muerte y 25 de ellas están «en riesgo inminente de ejecución». Casi la mitad fueron condenados en base a confesiones obtenidas bajo tortura, siendo los casos más recientes Mohamed Ramadhan y Husain Moosa.
Los signatarios concluyeron planteando recomendaciones políticas que se centran en liberar a las figuras de la oposición política que habían sido encarceladas por ejercer pacíficamente su «libertad de expresión, reunión y asociación», garantizar una compensación justa para las víctimas de abusos gubernamentales, anular la prohibición de formación de grupos políticos opositores, «restaurar condiciones de derechos humanos sobre cualquier venta de armas o apoyo militar a Bahrein ”, utilizar la reubicación de la Quinta flota de EEUU si Bahrein persiste en su violación de los derechos humanos, e imponer sanciones de la Ley MaGnitsky contra oficiales Bahreiníes que hayan cometido crímenes relacionados con los derechos humanos.
Husain Abdulla, Director Ejecutivo de Americans for Democracy & Human Rights en Bahrein (ADHRB): “Esta carta envía un mensaje claro a la próxima Administración Biden de que se necesita un cambio serio en la política exterior de Estados Unidos hacia Bahrein, donde se establezca la democracia, el estado de derecho y el fin de las violaciones sistemáticas de los derechos humanos como prioridad en la agenda en las relaciones EEUU-Bahrein. Los negocios como de costumbre con Bahrein ya no son aceptables para estos grupos internacionales de derechos humanos».