Actualización: el 22 de Octubre de 2018, la Corte de Casación anuló su veredicto, en base a nuevos informes médicos que muestran señales de tortura. Actualmente se encuentran a la espera de un nuevo juicio.
Mohamed Ramadan, un exoficial de seguridad del aeropuerto internacional de Bahrein, de 36 años, y Husain Ali Moosa, de 32 años, son dos ciudadanos bahreiníes condenados a muerte en un juicio masivo en 2014. Fueron condenados por su presunta participación en Al-Dair atentado con bomba del 14 de febrero de 2014, en el que un grupo presuntamente tendió una emboscada al personal de seguridad y detonó un artefacto explosivo improvisado de fabricación casera, provocando la muerte de un agente de seguridad e hiriendo a varios más.
Oficiales de la Dirección de Investigación Criminal (DIC) arrestaron a Mohamed sin ninguna orden el 18 de Febrero de 2014 aproximadamente a la 1:30 am en su lugar de trabajo. A las 2:30am, se reportó la desaparición de Mohamed y las fuerzas de seguridad asaltaron su casa sin ninguna orden. Cuatro días después, informó a su familia de que estaba siendo interrogado en la DIC. Durante este periodo de cuatro días, los oficiales le sometieron a tortura. Le insultaron verbalmente, le esposaron, le vendaron los ojos, le pegaron, le colocaron en una celda fría y le extrajeron una confesión coaccionada. Mohamed declaró que las autoridades admitieron que ellos sabían que era inocente pero que insistieron en que su participación en contra del Gobierno lo había convertido en un traidor. Mohamed sufrió heridas como resultado de la tortura, aún así, su tratamiento fue detenido por oficiales bajo el pretexto de un necesario segundo interrogatorio. Se le denegó el acceso a un abogado hasta su juicio en Diciembre de 2014.
Cuando fue presentado en el juicio, Mohamed inmediatamente informó tanto al fiscal como al Cuarto Tribunal Penal Superior de su tortura. Sin embargo, el tribunal acusó a Mohamed por asesinato premeditado, basándose el tribunal básicamente en su confesión forzada. La inicial sentencia de muerte fue apelada. El 16 de Noviembre de 2015, el Tribunal de Casación de Bahrein – el tribunal más alto- rechazó la última apelación de Mohamed. Mohamed está actualmente esperando su ejecución inminente en la Prisión de Jau. Su madre murió durante su detención, el 14 de Diciembre de 2017, y a Mohamed no se le permitió ninguna forma de despedida ni luto.
Sentenciado a muerte en el mismo juicio, Husain recibió un tratamiento similar al de Mohamed. Los oficiales le arrestaron el 21 de Marzo de 2014 sin ninguna orden judicial en Samaheej. Los oficiales de la DIC usaron los mismos métodos de tortura para coaccionarle una confesión sobre su participación en la detonación de la bomba y sobre como Mohamed estaba sujetando el explosivo durante el acontecimiento en Al-Dair. Después de la confesión los oficiales de la DIC lo transfirieron a la fiscalía, donde Husain retiró su confesión. Los oficiales le devolvieron a la DIC y continuaron torturando a Husain durante tres meses más. Las autoridades también le denegaron el acceso a un abogado durante los interrogatorios. Los policías de Al Samaheej lo escoltaron a Al Qarya donde se le obligó a que actuara según la versión de la policía de los eventos para que le grabaran.
Las acciones de Bahrein en contra de Mohamed Ramadan y Husain Ali violan el derecho internacional, incluyendo la Convención contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanos y Degradantes, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (artículos 7, 9 y 14) y el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (artículo 12).
ADHRB pide a Bahrain cumplir con sus obligaciones en materia de derechos humanos anulando las condenas a muerte de Mohamed Ramadan y Husain Ali Moosa y garantizar que los juicios futuros sean compatibles con el derecho a un juicio imparcial e independiente, e investigar las denuncias de tortura perpetrada por las autoridades de Bahrein.